El pasado 26 de Marzo el Parlamento Europeo ha dado un fuerte varapalo al desarrollo urbanístico depredador practicado en nuestro país en los últimos años. El texto además reconoce el “desarrollo insostenible” y que estos excesos “han generado una forma endémica de corrupción”, al mismo tiempo reconoce que nuestra justicia “no está debidamente preparada”, Vamos, el Parlamento Europeo viene a decirnos, diez años tarde, lo que todos los ciudadanos españoles estamos viviendo desde hace más de una década.
Es cierto que varapalos de este estilo ya le ha dado el Parlamento Europeo a la construcción abusiva de la costa levantina española, pero además en esta ocasión amenaza con algo que lleva persiguiendo el movimiento ecologista del estado desde hace 15 años: la paralización de todos los proyectos subvencionados con fondos comunitarios que no cumplan un mínimo de respeto ambiental.
Es vergonzoso que tengan que venir de fuera a decirnos como debemos cuidar nuestro entorno, ese entorno que se volverá contra nosotros cuando esto ya no tenga remedio, pero más vergonzoso es aún que los parlamentarios populares hayan votado en contra y los socialistas se hayan abstenido. Volviendo a demostrar ese falso patriotismo al que nuestro centro-derecha nos tiene tan acostumbrado.
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